Lo reconozco. Los botones me seducen. Y es algo que me pasa desde que era una niña. Mi madre ha sido aficionada a la costura durante muchos años y en casa siempre ha habido una caja de lata llena de botones de todos los colores y formas habidos y por haber. Botones de nácar, de plástico, los básicos de uniforme de colegio, y algunos dorados como militares que parecían sacados de las chaquetas de los Beatles en el Sargento Pepper. Yo los sacaba de la lata y me entretenía ordenándolos una y otra vez por colores o por tamaños. Pero ese orden por el uso volvía a ser un caos enseguida.
Así
que la idea de los botones rondaba en mi cabeza para ponerle el nombre a
este blog. Pero lo tuve claro cuando de repente un día entré por
primera vez en el blog de Party Inspirations y
allí vi esta bonita presentación de fiesta de dulces decorada con
botones en tonos pasteles. Me encantaron la tarta, los cupcakes con
cápsulas doradas y los pequeños botoncitos sobre las galletas obra todo
de Ruby May Designs. Así que decicí que si esos botones todo lo pueden decorar, por qué no se iban a poner sobre un pastel.